Tras la
polémica con el “caso Wilco” muchos
pensaban que las hachas de guerra estaban enterradas en el seno de la redacción.
Pero nada más lejos de la realidad!!!! En la guerra uno tiene dos opciones:
recular como un cobarde y sobrevivir, o dar un valiente salto hacia delante ….
Y meterse una buena hostia. Yo he decidido coger la segunda opción y espero
recibir en breve la llamada del redactor jefe invitándome a su despacho …. De
donde sospecho que no saldré indemne. Vamos, que en estos momentos estoy a
punto de declarar mi homosexualidad en medio de un concierto de Ted Nugent. Pero es lo que hay. Nunca
está de más enfadar a unas cuantas mentes cerradas. Aquí van: cinco discos que
ustedes odiaran y yo adoro. Enjoy!
Massive Attack “Mezanine”
¿El mejor disco de trip hop de la
historia? Sí. Rotundmente sí. Una obra de arte en la que el grupo abandonaba
sus influencias del soul y del jazz para centrarse en sonidos más oscuros y dar
entrada a potentes guitarrazos. Para entendernos, este es el primo británico de
“The Fragile” de Nine INch Nails. De hecho Trent Reznor es fan … y Robert Plant, Bowie, Gregg Dulli o Dave Wyndorf, entre muchos otros
rockeros de pro.
Al
igual que ocurre con los discos de Pink
Floyd o con las películas de David
Lynch, este es un álbum perfecto para escuchar a solas, a oscuras y
preferiblemente con algo de bebida o de “fumeque” bien cerca para poder
disfrutar de su maravillosa producción que daba cabida a guitarras asfixiantes,
melodías retorcidas, sonidos inquietantes, bases hipnóticas y un aura de
oscuridad y misterio pocas veces reproducidos en un álbum. Deliciosamente
retorcido.
Van Morrison “Astral weeks”
Jamás he
entendido la fobia que sienten los popuheads hacia este disco. Van Morrison es un gilipollas (también
lo son Axl o Vince Neil) pero este disco es pura gloria. Su peso en la historia
del Rock es incuestionable (revistas como Mojo
o la Rolling Stone clásica lo han
colocado entre los 10 primeros puestos de sus listas de mejores discos de la
historia) y sólo un sordo podría no apreciar su carácter rompedor, ya que éste fue
uno de los primeros discos en fusionar el R&B con soul, folk y pinceladas
jazzisticas, algo que hoy nos suena común pero que en su momento significo
derribar muchas barreras y prejuicios. De hecho el lanzamiento fue un estrepitoso
fracaso en ventas y la larga y laboriosa carrera del músico fueron lo único que
pudieron hacer que este álbum no quedase en el más completo olvido.
La principal clave del álbum estaba en las
interpretaciones del norirlandes. Con sólo 23 años se metía en el estudio
dispuesto a hacer algo que iba a repetir rara vez posteriormente: mostrarse
inocente y desnudo, otorgándole a las canciones una aura de magia y misterio estremecedor.
Para saborear tranquilamente.
Suede “Coming Up”
Cualquiera de
los tres primeros discos de Suede me
parece una colosal obra de arte pero escojo este “Coming up” porque contiene mi canción favorita de los ingleses: Trash.
Respetados
por parte de la prensa rockera el gran problema mediático de esta banda fue
aparecer a principios de los 90 en medio de toda la explosión americana de
bandas que cada mes bombardeaban nuestros adolescentes tímpanos. Además Suede eran británicos. Jodidamente
británicos. Incluso me atrevería a decir que eran más británicos que el té de
las 5 o los gin tonics de la Reina Madre. De hecho sus influencias son 100%
british (Bowie, T Rex, The Beatles, Roxy Music, The Smiths …) y no aceptaron ningún rastro de sonido americano,
algo que les habría beneficiado quitándoles parte del dramatismo que
desprendían su música.
El
número de composiciones perfectas que hicieron durante sus primeros años es
tremendamente enorme poniendo la banda sonora perfecta a miles de urbanitas
europeos (el grupo nunca se comió un colín en Estados Unidos … ¿alguien se
imagina a un redneck de Arkansas escuchando las composciones de Brett Anderson?): Beatiful ones, Animal
nitrate, Lazy, So Young, The wild ones … Junto a P.J.
Harvey lo mejor que exportaron las islas británicas en los primeros 90.
Aunque ahora que lo pienso también fue lo único.
Andrés Calamaro “Honestidad brutal”
El
disco más debatido de la historia del rock español (o mejor dicho “en español”).
Por un lado unos no lo soportan cuestionando la credibilidad del autor y viéndolo
como un fantoche. Por otro lado otros muchos entienden la figura de Calamaro como un pilar de su
existencia, magnificando la grabación de esta exigente obra. Ni lo uno ni lo
otro. Honestidad brutal es un álbum
repleto de grandes canciones y enormes letras. Por otro lado la farlopa y el desmesurado
ego de Andrés alargaron el álbum más
de lo necesario añadiendo algún tema que restaba coherencia al conjunto (¿era
necesario dedicarle una canción a Maradona?),
además de extender el minutaje hasta las casi tres horas.
De
todas formas la balanza se decantaba por el lado del éxito y el argentino hacía
las mejores canciones de su carrera: “Paloma”, “Te quiero”, “La parte de
adelante”, “Socio de la soledad”,
“Negrita”, “Los aviones”, “El día de la
mujer mundial”, “Más duele” …
ufff!!!! demasiadas y demasiado buenas.
En
el doble compacto quedaba perfectamente reflejado el estado existencial de un
artista peculiar en un momento único. Recién divorciado decidió encerrarse en
el estudio de grabación con una tonelada de cocaína no saliendo hasta muchos
meses después para viajar a estudios de
Nueva York, Londres y Madrid, y hacer grabaciones adicionales con músicos de la
talla de Marc Ribot. De hecho, se
comenta que el disco costó más de un millón de euros de grabar … sin contar las
drogas.
Public Enemy “Fear of a black planet”
“It takes a nation of million to hold us
back” es considerado unánimemente como el mejor álbum de Public Enemy. Su potente sonido y su
crudeza, lo acercan a lo que se puede considerar “sonido rock”. Pero para mi la
cima creativa de la banda fue este enorme “Fear
of a black planet”. En él el grupo mantenía la agresividad pero se
decantaba por su vertiente más bailable y no renunciaba a impregnar todos los
temas (perdón temazos) de potentes ritmos funkys y de trepidantes bases
rítmicas … Orgullosos del legado de James
Brown, Sly & The Family Stone o Funkadelic, devolvían la música negra a los barrios. Todos adoramos
a Prince y a Terence, pero la mala hostia que hay en este álbum lo convertía
directamente en el mejor disco de música negra de la época. ¿Rage against the machine? ¿Red Hot CHilli Peppers? Escuchando
barbaridades como “Burn Hollywood burn”
o “911 is a joke” los alumnos parecen
niños de papá. Un disco imprescindible de cuando el rap “era la CNNd e los negros y no el canal Disney” Chuck D dixit.
Tripi, además de ser un caudal de conocimiento, de la manera que escribes se puede deducir que eres un tío cojonudo.
ResponderEliminarMuchas gracias Tripi por redescubrirme discos que hacía siglos que no escuchaba.
ResponderEliminarMarcarme la senda que llevaba unos meses perdida.
Wow!! Llevo dos días en una nube!!!
Joder! Gracias a tu prosa he sentido una necesidad extrema de escuchar al 11 el "Dr. Feelgood" de Motley Crue y el "Lit it Up" de Buckcherry!!
"I love the cocaine!! I love the cocaine!!!"
Life could be wonderful!!
Me encanta leerte...
ResponderEliminarPero, si te soy sincero, después de ese titulo tan cachondo me he sentido un poco decepcionado. Tripi, busca en tu interior, no tengas miedo a lo que pensemos y siéntete libre para contarnos tus secretos verdaderamente inconfesables...Seguro que tienes discos por ahí que te pueden hacer sonrojar de verdad, y no me refiero a Wilco!!! jajajaj
Calamaro, Public Enemic? quien no valoraría a estos tipos? Calamaro es uno de los grandes del rock en castellano y punto. Los negrazos de Public Enemic son historia de la música. Suede siempre me parecieron una gran banda y al igual que Maniac Street Preachers muy diferentes a todos los grupitos Britpop de la época.
Lo de Van Morrison, para serte sincero, me lo imaginaba!!! siempre te he imaginado escuchándolo!!! En cambio lo de Massive Atack me ha dejado completamente descolocado!!! Lo mismo me paso cuando el protagonista de Alta Fidelidad, incluía una cancion de ellos entre sus Top Five. Pero si a gente como Dave Wyndford o Greg Dulli le molan, me haré con el sin pensarlo...
Un saludo,,,soy nuevo en este blog que me parece muy interesante.
ResponderEliminarSin duda el de Calamaro es uno de esos discos que la historia pondrá en un pedestal cuando pasen los años,,,una obra mastodóntica.